miércoles, 19 de noviembre de 2014

¿POR QUÉ OTROS TIENEN MÁS OPORTUNIDADES QUE YO?

Tal vez se haya hecho esa pregunta alguna vez o la habrá escuchado de alguien, lo cierto es que las oportunidades no se descubren solas, están siempre presente, pero necesita que la persona esté con sus sentidos activados; por esa razón, me tomo el atrevimiento de presentar cinco sugerencias básicas que he comprobado con la experiencia - y así detectar - lo que podría ser el inicio de tu FODA personal.
El FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas); Las fortalezas y debilidades son internas, las oportunidades y amenazas son externas. Para colocar la  balanza a tu favor, lo mejor es que las oportunidades estén a tu servicio, solo tienes que activar tus cinco sentidos y sacarles el máximo provecho.

  1. El mundo se compone de contactos: Las personas que conforman tu círculo (personal, laboral, social) debe tener mucha relación con tus objetivos en la vida, las mismas deben conocer a qué te dedicas y que tu reputación sea lo suficientemente sustentable, como para promover tu marca personal (referencia obligada en tu área)
  2. Conocer en qué puedes serle útil a los demás: después de mantener una conversación por más de 30 segundos con una persona, es tiempo suficiente para conocer a qué se dedica, cuál es su pasión, qué requiere y para qué le puedes ser útil. Por lo general la gente no busca dinero, busca lo que quiere hacer con ese dinero, desde el momento que lo detectas, en ese instante existe tu oportunidad (un nicho del mercado) para brindárselo.
  3. Ser buen escucha: como mencioné anteriormente, detectar en qué puedes serle útil al otro, para eso es imprescindible saber escuchar, leer lo que te diga con lenguaje verbal y no verbal. Todas las personas necesitan atención, hacerlo de forma genuina nos pondrá siempre un paso adelante.
  4. Cuidar los tiempos: hay algo que se agota y es el tiempo, es un elemento que ha de ser cuidado por ti y tienes el deber de respetar el del otro, entre los factores claves son: llegar a la hora pautada, no caer en conversaciones banales, detectar cuando no estás captando la atención del otro, evitar ser inoportuno. Recuerda que la temporalidad se maneja de acuerdo a la persona, es mejor pecar por precavido que por abusador.
  5. Mantener impecable tu forma de presentación: Lo que pretendas alcanzar, tiene que ser cónsono con tu apariencia y forma de dirigirte socialmente. La tarjeta de presentación, una imagen acorde con lo que quieras transmitir, mantener un tono de voz adecuado, evitar el tuteo y el exceso de confianza como forma inicial de interrelación; eso entre tantos datos de gran impacto inicial en las comunicaciones.

 “La primera imagen que la gente se fija de ti, marca el resto de la película”

Petry Rodríguez