Al empezar a escribir éste artículo, me
encontraba aún en proceso de razonamiento con respecto al concepto que manejan
algunas personas, de la traición “la gente suele perdonar al enemigo, lo
que jamás le disculparía al amigo” y también “mil buenas acciones, no cubren
una mala” frases que contribuyen a insertar paradigmas en la cotidianidad del
ser humano, para explicar que nunca se es suficientemente bueno para los demás.
Capriles y “El tiempo de Dios es
perfecto”, originó diversas reacciones, sobre todo cargadas de indignación,
desesperanza, desamparo; en un pueblo que estaba ansioso de conseguir
respuestas ante tanta incertidumbre, la idea de contar con un líder que
defendiera hasta con los dientes, unos votos que a todas luces estaban ganados,
permitiendo visualizar un punto de no retorno y en ese proceso, la estaca con
la cuerda atada al elefante, empezó a tornarse muy fortalecida para su escape.
Ya con resignación y en la búsqueda de
adaptación, reconociendo en Capriles un líder pacifista, demócrata casi hippie,
se fueron cerniendo nuevas esperanzas en el mismo escenario, con otro actor y
un nuevo guión, que anunciaba La Salida-Leopoldo López-quien contó con el apoyo,
de una franca activista por la recuperación de la libertad, María Corina
Machado. Para nadie es un secreto que los mencionados anteriormente, no logran
la conexión emocional que alcanza y sobra Capriles, quien distanciándose de
dicha propuesta, así como también la de los estudiantes y los guarimberos-lo
cual en algún punto parecían la misma cosa-fue tildado de complaciente del
oficialismo, casi cómplice ¿Qué consecuencias tuvieron sus acciones en los
venezolanos? Rabia, impotencia, tristeza y muchas emociones que derivan en “ya
no hay nada que hacer. Capriles es de esas personas que aprenden a la primera,
él ya vivió los sinsabores de la prisión y sabe que desde ese lugar, es poco lo
que se puede lograr en positivo, porque negativo lo sabemos, para muestra los
pranes.
En éste párrafo del relato, me detengo en el
punto común de reclamo ¿Por qué llamaste a elecciones cuando habías señalado
que el Consejo Nacional Electoral era corrupto, viciado, poco o nada
transparente? Capriles, cuando respondas esta pregunta dejarás a muchos-me
incluyo-con la sensación de cierre necesaria para continuar el camino de lucha
por reconstruir Venezuela, una vez que se haya acabado el sistema que tanto
daño nos ha ocasionado.
Hay un dicho que reza “La candela no se
apaga con fuego” pero algo te aseguro, una dictadura es como el cáncer, son
células agresivas que no salen con el jugo de la fruta más dulce, pregúntale a
quienes afirman que se cura con limón y hasta con guanábana.
Capriles, los venezolanos que analizamos,
estamos claros que todo lo que ha ocurrido en el mandato de Maduro, es el resultado
de la gestión de Chávez, y que en estos momentos quien tuviese un petróleo a
40$, hambre, inseguridad desbordada y escasez sería tu gobierno (si hubieses
peleado los votos), por eso hoy te doy (hablo por mí) mi confianza de que en
realidad supiste reconocer el tiempo de Dios-y que justo en éste
momento-utilizarás todo el amor/odio que siente Venezuela por ti y llevarás la
lucha hasta el final, de lo contrario tenlo por seguro-no lo digo yo-lo dice el
estudio de la psicología, quedarás grabado en la historia, como el hombre más
cobarde, en el que alguna nación jamás creyó.
“No pretendamos evitar ser comparados con
los chavistas solo porque estamos confiando en un líder, si la libertad de mi
nación implica tener semejanza con el pueblo que colocó a Chávez en el poder,
entonces me parezco a ellos, imagino que también son de carne y hueso…como yo”
Psic. Petry Rodríguez
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