Las organizaciones son
organismos “vivos”; ya que están conformadas por seres humanos que interactúan
entre sí, generando una serie de acciones/reacciones, desde la emoción y la
razón. Partiendo de dicha realidad y actuando conforme a ello, coexisten las
denominadas resistencias al cambio (salida de zona de confort), un profundo
miedo a crecer y a modificar conductas aprendidas a lo largo del tiempo,
mientras mayor sea el curso de ejecución de una tarea es proporcional la
resistencia del mismo.
Una organización que deja
de crecer, iniciará un retroceso que probablemente lo traslade más abajo de su
punto inicial, toda empresa busca generar rentabilidad, desde la prestación del
servicio y/o la venta de sus productos, cuyo fin último es la satisfacción de
necesidades.
Existen diversos motivos
que crean resistencia a los cambios, el principal de todos es el miedo a la
pérdida de la zona de confort, para ello es necesario crear estrategias
encaminadas al conocimiento de los beneficios que ofrece la innovación. Todos y
cada uno de los miembros de una organización por medio de sus aportes, son
importantes para el desarrollo de la misma.
Los líderes
organizacionales son los garantes de los procesos interactivos, la comunicación
efectiva, la creación de conciencia, el despertar de la motivación, el trabajo
en equipo, el empoderamiento, etc.
Hasta el agua-que es
beneficiosa- se daña estando estancada, por tanto; las organizaciones que no
mantienen ritmos sincronizados con todos los elementos que convergen en el
mercado en fortalezas y oportunidades, lamentablemente fenecerá.
Existen ejercicios muy
sencillos para detectar las resistencias, basta proponer y poner en acción un
reporte diario de actividades para detectar falencias, en base a ello se pueden
tomar medidas correctivas, que conllevarán transformaciones en positivo.
Vale la pena preguntarse
¿Desde cuándo no haces cambios en tu empresa? ¿Le das valor a cada miembro como
pieza fundamental del crecimiento? ¿Tomas en cuenta ideas transformadoras?
¿Cultivan los valores organizacionales? ¿Tus miembros se sienten identificados con
la organización? Las preguntas anteriores y muchas más, son la base de
modificaciones hacia el crecimiento, si no hay preguntas, no habrá respuestas que
permitan un enfoque certero.
¿Y tú? ¿Ya sabes el rumbo
que lleva tu empresa? ¿Es el esperado?
Si los que conforman una
organización no saben para donde van, sin duda no llegarán a su destino.
Generar conciencia es
la tarea para vencer las resistencias.
Petry Rodríguez.
Directora de Mentest
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