El merecimiento tiene estrecha relación con la justicia,
existe un hilo conductor entre ambos conceptos, en la psicología podría
determinarse como-causa y efecto-pero ¿Toda causa genera los mismos efectos? ¿Cuántas
veces no has observado un evento dañino que no tiene consecuencias equiparables?
¿Cuántas veces has observado una buena acción que tiene como resultado una mala
acción? Pues a eso hago referencia con el merecimiento, es un constructo
subjetivo y va relacionado con los valores que rigen la vida de la persona.
Para darle forma al contenido que aquí presento, voy a
relatarle dos escenarios: El padre de familia maltrata a la madre de familia,
esta se lo permite y lo justifica en presencia de su hijo ¿Qué creen que se
gesta en los pensamientos de este niño? Todo dependerá de la edad, la
frecuencia e intensidad con que suceda, pero sobre todo con la conducta que exprese
la madre al respecto, por lo general el chico pensará que el padre es una mala
persona y que ella tan buena (hasta estúpida) por permitirlo, la madre como la
perfecta, el padre como victimario y el hijo como el salvador, el triángulo del
drama; de acuerdo a ese ejemplo ¿Qué merecen? Todo va a depender desde el ángulo
que se vea, tal vez la madre merece a un mejor hombre o el padre merece a una
mujer que se respete a sí misma, pero sin duda el hijo merece un aprendizaje
basado en el respeto. El hijo de esa historia en un futuro podría ser: el próximo
maltratador que odia a las mujeres (aprendizaje por imitación), puede ser el
futuro vengador (se han visto casos que hasta matan al padre), esos hombres que
en todo hombre ven un maltratador y terminan odiándose hasta a sí mismo
¿Asombrados? Efectivamente es así, hasta ese punto puede llegar una mala
elección de pareja. También eso puede ocurrir entre hermanos, no todos tienen
la misma personalidad y el que no concuerda con los parámetros normales de
familia, el diferente, puede conllevar a un sinfín de desencuentros y la figura
de autoridad es quien debe darle el “merecimiento” de acuerdo a-causa y
efecto-eso de darles el mismo trato por ser hermanos solo aplica hasta determinada
edad, mientras mayor capacidad de razonamiento resultas importante ayudarle a
discriminar, que todo comportamiento inadecuado tiene consecuencias, es contraproducente
desde todo punto de vista, premiar conductas incorrectas por el simple hecho de
tratar de igual manera a los hermanos, y que por lo general tratará de
manipular la situación con respecto al otro, piensen por un momento que puede
sentir el que tiene una conducta adecuada, al ver que el otro sin hacer
méritos, obtiene el mismo resultado.
En las familias también pierde su tesis el comunismo, nunca
habrá igualdad cuando no se ha tenido los méritos necesarios, y eso nada tiene
que ver con su cuota de amor correspondiente, pero sí de privilegios.
Hay que darle a cada persona lo que merece, aunque para eso
tengamos que diseñar un instrumento de medida, basado en valores.
Petry Rodríguez.
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